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Hay dos
caminos

el fin
del mundo

o el
incio

del
siguiente

Usted debe elegir

Dos Caminos

El Fin del Mundo

Camino A

Se acabó.
Agacha la cabeza

y

checa el
apocalypsis en
tu teléfono

Observa mientras Silicon Valley reemplaza todo con robots. Nuevos cultos fundamentalistas mortales hacen que ISIS parezca juego de niñxs. Las autoridades lanzan una aplicación de geolocalización para delatar a inmigrantes y disidentes políticos en tiempo real; mientras que los metafascistas financian campos de concentración de manera colectiva. Los servicios gubernamentales fallan. Los Políticos hacen uso de medidas cada vez más Draconianas y la izquierda sigue ladrando sin dientes.

Mientras tanto, los glaciares se derriten, incendios salvajes arden, el Huracán LoQueSea ahoga a otra ciudad. Antiguas plagas reemergen de la descongelación del permafrost. Trabajo infinito mientras los ricos se benefician de la ruina. Finalmente, sabiendo que no hicimos nada, perecemos, compartiendo nuestra tumba con toda la vida del planeta.

El Inicio Del Siguiente

Camino B

Respira

y

prepárate para
un nuevo mundo

Una multiplicidad de gente, espacios e infraestructuras cimentan la base donde territorios autónomos y poderosos toman forma. Todo para todxs. La tierra es entregada al uso en común. La tecnología es crackeada y liberada Todo una herramienta, todo un arma. Líneas de suministro autónomas rompen la estrangulación económica. Redes inte- gradas proveen comunicación en tiempo real a aquellxs quienes sienten que una vida diferente debe ser construida.

Mientras los gobiernos fallan, los territorios autónomos prosperan con un nuevo sentido de que para ser libres, debemos estar atadxs a esta tierra y a la vida en ésta. Enclaves de techno- feudalismo son saqueados por recursos. Confrontamos las menguantes fuerzas de la contrarrevolución con las opciones: al infierno o a la utopía?

Ambas respuestas nos satisfacen.

Finalmente, llegamos al borde – sentimos el peligro de la libertad, el abrazo de vivir juntxs, lo milagroso y lo desconocido – y saber: esto es vida.

Nuestro Tiempo

Nuestro Tiempo Es Tumultuosos Y Potente.

Levantamientos, polarización, la política tan en quiebra como los mercados financieros ­ aún así, bajo la crisis yace la posibilidad. Esta época nos fuerza a considerar cómo cada uno de nosotros forma un grano de potencial, cómo los individuos pueden seguir sus inclinaciones más descabelladas de reunirse con otrxs que escuchen el llamado. Gente aprende habilidades perdidas y guerrerxs le regresan el fuego al mundo. Granjerxs y jardinerxs experimentan con agricultura orgánica, mientras hackers y hacendosxs reconfiguran máquinas. Modelos escapan la vacía luz de calcio y comparten pan con radicales Kurdos y militares veteranos en defensa de la vida comunal.

Lxs que no tienen uso para la política se encuentran unxs a otrxs a la mesa del comedor en el Parque Zucotti, la Plaza Oscar Grant, o Tahrir Square; y la barista que sola apenas puede alimentarse a sí misma aprende a cocinar para miles en conjunto. Una soldadora retirada y un diseñador web descubren que son vecinos en la ocupación de un aeropuerto y se comprometen a leer El Arte de la Guerra juntxs. Una estrella de Instagram cuya ansiedad usualmente la mantiene confinada a su departamento conoce a un anciano aguerrido en Ferguson, donde son bautizadxs en gas lacrimógeno y fuerza colectiva, y comienzan a sentir el peso levantado de sus almas.

Gente en todos lados, viviendo a través del aislamiento más grande, se alzan juntxs y encuentran nuevos modos de vida. Pero cuando estos granos crecen a la superficie, son estampados en un frenesí de banalidad y miedo. Aperturas son forzosamente cerradas por la policía antidisturbios, fuerzas de seguridad privada y firmas de relaciones públicas. O peor, por lxs solitarixs – políticamente de derecha o izquierda – quienes no tienen nada que ganar más que otro 'like' en su twitter de porquería. Todo esto mientras políticos presumidos y CEOs se pasean por encima. El carácter revolucionario de nuestra época no puede ser negado, pero aún nos hace falta superar la barrera entre nosotrxs y la libertad.

Venimos de un lugar roto, pero seguimos en pie.

El nihilismo de nuestra época es topológico. Todos lados carecen de cimientos. Buscamos el poder organizacional para reparar el mundo y sólo encontramos instituciones llenas de cinismo y debilidad. Activistas con buenas intenciones son digeridos a través del cuerpo sin espina de la política convencional, dejando militantes deprimidos o mini­políticos. Aquellxs que hablan en contra del abuso terminan siendo testigos de tristes juegos de poder en las redes sociales. Movimientos hacen erupción y luego implosión, devorados internamente por parásitos.

Ciudades se vuelven inhabitables al subir los niveles del agua, mientras los gobiernos se hacen pelotas por mantener su legitimidad. Cada desastre se siente más y más íntimo. Ya sea que lo veamos en el internet, o que recibamos el temido texto: ya escuchaste? Accidentes se sienten como masacres. Los nombres de lxs muertxs, un índice de una civilización en declive. Hemos perdido amigxs y familiares por causa de adicción, pobreza y desesperación. Hemos observado a la policía ejercer su derecho de matar, sin saber cómo saciar nuestra rabia. Nos sostuvimos en conjunto a través de todo, y aquí seguimos. Sentimos el presente que nos han robado, imaginamos el futuro que nos depara el destino. Nadie vendrá a salvarnos. Tenemos que darnos a la tierra donde una revolución crecerá.

Tenemos el poder de hacer una ruptura permanente.

Nos levantamos día tras día, generación tras generación, yendo al trabajo para recalibrar la misma pesadilla que nos fuerza a trabajar. Nos esforzamos por sobrevivir, sentimos el estrés del transporte diario, vivimos de quincena a quincena, de un trabajillo precario a otro, todo para que no nos corten el agua. Nuestra labor hizo este mundo y lo mantiene andando, pero ninguno de nosotros se siente en casa. No sorprende que tanta gente se lance a cualquier cosa que prometa que pueda ser mejor – movimientos, modas de salud, subculturas, milicias, pandillas, lo que sea.

Queremos una vida digna. Deseamos la libertad de poner nuestras manos callosas hacia la experimentación, hacia convertirnos en mucho más que nuestro empleo. Si la potencia de nuestro tiempo es alguna indicación de algo, es de que somos capaces de más que mera supervivencia. La propia labor que brindamos – nuestra fuerza, creatividad, e inteligencia – puede ser nuestra arma. La posibilidad de perdurar está en nuestra capacidad de atacar y en la seducción de nuestro poder compartido. Nuestro ataque será la práctica inmediata de reconfigurar cómo vivimos, sin respeto a nuestros jefes, los ricos, o los robots diseñados para reemplazarnos. Juntos tenemos el conocimiento y la voluntad de construir una mejor vida, una vida en nuestros propios términos, y depende de nosotros crear y habitar nuevos mundos que reemplacen este. Nuestro ingenio, pasión, determinación – somos la pieza de la cual cada futuro depende.

Nada hace falta, Miren alrededor. Denle Forma.

Pieza por pieza, estamos ensamblando los cimientos de una fuerza revolucionaria. Estamos construyendo una vida en común, combatiendo la pobreza material y espiritual impuesta a nosotros por la época, y abriéndonos a la experimentación inmediata de diferentes maneras de vivir. Nuestra meta es establecer territorios autónomos – expandiendo zonas ingobernables que van de mar a mar. Fallas a lo largo de Norteamérica nos llevan a la providencia. Estos territorios autónomos darán paso a nuevos flujos de viajes y recursos, orientaciones durante las crisis ecológicas, y el terreno para reclamar las técnicas y tecnologías de las cuales nos han privado.

Visualizamos nuestra tarea con serenidad y severidad. Queremos territorios con infraestructura flexible a la catástrofe, nacidos de la alegría colectiva. Habitados por una forma de vivir valiente y digna. Nuestro tiempo es diferente al pasado, y no esperaremos a que una senil nostalgia radical nos alcance. Revolución es una línea que trazamos en el presente. No tenemos cada respuesta, pero compartimos todo lo que sabemos que es verdad.

Ahora es el momento de salir de esta insostenible forma de vivir.

Instrucciones

1 Encuéntrense

Hemos sido criadxs en una cultura de aislamiento y derrota, donde nuestro potencial es reducido para cumplir las demandas de la economía. Enterradxs bajo nuestras propias preocupaciones, cuentas y miedos personales, somos forzados a cuidarnos solxs. Pero somos capaces de una vida diferente.

Para empezar, eliminen el aislamiento. Dejen de lado la mierda. Vuélvanse hacia los más cercanos a ustedes y digan que necesitan una vida en común. Pregunten qué significaría enfrentar el mundo juntxs. ¿Qué tienen? ¿Qué necesitan? Hagan inventario de todas sus capacidades, habilidades y conexiones colectivas. Tomen decisiones que incrementen su fuerza. Establezcan la base de una vida en común.

Imaginen una vida que alcance más allá de las fronteras individuales. Pueden cambiar la manera en que se mueven a través de su ambiente para intencionalmente entrar en contacto con otrxs. Encuentros efímeros se vuelven relaciones reales. Se pasean por su vecindario, parando en la casa de sus amigxs en su camino al café. Se encuentran cada noche en el parque para ejercitarse. Se acompañan al ir a casa. Comparten carros. Van a acampar y aprenden cómo empezar un incendio juntos. Juntos ahorran dinero para un dia lluvioso colectivo. El concepto de la propiedad privada se emborrona. Comienzan a entenderse como algo más decisivo que un grupo de amigxs.

2 Establezcan hubs

Los hubs son puntos de agregación, centros de actividad. Crear un hub es el siguiente paso lógico a encontrarse unxs a otrxs. Necesitamos espacios dedicados para organizarnos y darnos un tiempo en conjunto. Los hubs reúnen gente, recursos y el espíritu compartido necesario para sentar los cimientos de una vida en común.

Mancomunen recursos, elijan un área, y empiecen un hub. Renten un espacio en el vecindario. Construyan infraestructura en el bosque. Aprópiense de un edificio abandonado o un lote vacante de tierra. Ningún espacio es demasiado pequeño o demasiado ambicioso. Empiecen con lo que hay a la mano y luego multipliquen. Usen el hub para anclar todas sus iniciativas.

Una tienda re­adoquinada da lugar a cenas semanales que se vuelven sesiones de planeamiento. Un café colectivamente administrado ahorra sus ganancias para incubar otros espacios, como un taller de madera donde carpinterxs trabajan juntxs para construir más que solo estantes de libros. En un bosque fuera de la ciudad, un prado sirve como punto de reunión para fogatas semanales y entrenamiento de artes marciales. Cerca, una granja de permacultura se expande lentamente para alimentar a los de la ciudad.

3 Vuélvanse resistentes

Nuestros cuerpos nos son un misterio. Nuestra salud está fuera de nuestras manos. Si las luces de apagaran, la mayoría de nosotros seguiría en la oscuridad. Hemos sido despojados de habilidades, pasiones y conocimiento. Pero no somos frágiles. Cuando aprendemos nuevas habilidades o superamos duros obstáculos, nos devolvemos los límites definitivos de nuestro sentido de lo posible. Somos capaces de increíbles e improbables hazañas.

Reclamen habilidades, domínenlas a través de la práctica y compartan su poder. Conéctense con personas cuyas habilidades les gustaría que todos tuvieran. Usen hubs para experimentar. Prepárense para el nuevo normal. Aprendan a cazar, a escribir código, a sanar: incrementen su fuerza colectiva.

Un huracán arrasa la ciudad – ya no hay luz. FEMA se toma su tiempo. Un grupo establece un hub afuera de la zona de inundación. Cocinar grandes comidas en conjunto le ha dado a todxs la confianza de operar a escala. Equipos se movilizan para reunir comida en un ambiente sin ley, luchando contra racistas oportunistas que se aferran a un orden de propiedad que ha sido revocado. Alguien junta suministros médicos de los hospitales y farmacias mientras otrx abre tanques de agua en los edificios de departamentos. La ocupación de un parque reúne todavía más gente y recursos. Alguien escala un edificio para poner un router energizado por energía kinética. El router establece una coneccion con una red integrada para llamar refuerzos de otros hubs a lo largo del territorio.

4 Compartan un futuro

El tiempo de una vida aislada se ha acabado. Todxs compartimos la catástrofe; todxs compartimos los retos de nuestra época. Podemos protestar la desigual distribución de recursos médicos todo lo que queramos, pero el cuidado de salud solo será universal y digno una vez que sea hecho autónomo.

Inventen formas colectivas de cuidado. Organícense con los próximos veinte años en mente. Pregúntense cómo sus necesidades cambiarán mientras envejecen, tienen hijxs, se vuelven discapacitados, comienzan a morir. Tomen decisiones basadas en deseos. Imaginen cómo espacios acomodan la naturaleza dinámica de vivir y luchar. Lidien con las preguntas más difíciles: Cómo enfrentar la locura, adicción, violencia interpersonal y pérdida traumática. A cualquier costo, protéjanse unxs a otrxs de la institucionalización.

Una red intergeneracional se forma para lidiar con el todo de vivir. Personas piensan en conjunto sobre cómo criar niñxs, cómo nutrir su agencia, cómo ayudarles a hacerle frente al mundo mientras cambia. El cuidado a los ancianxs es organizado colectivamente y reverencia hacia sus experiencias afirma la dignidad en cada etapa de la vida. Colectivos de salud aprenden métodos anticonceptivos ancestrales para asegurar decisiones autónomas. Inteligencia emocional compartida ayuda a aquellxs que necesitan un descanso de la lucha y a aquellxs que regresan a ella. Doctores partidarios, herbalistas y chamanes hacen un pacto de proveer cuidado a la red. Todo mundo se siente mejor sabiendo que el hospital no tiene que ser su primera opción. La necesidad de servicios gubernamentales disminuye. Con una nueva orientación hacia la vida y muerte un peso histórico es levantado. Sin las ansiedades y estrés de esta civilización, las enfermedades comienzan a desaparecer. Una nueva capacidad de cuidado se vuelve una reserva de fortaleza comunal para enfrentar el futuro en conjunto.

5 A luchar

Nuestra sociedad difama a aquellxs que luchan por lo correcto. Nos dicen que nada puede cambiar, que solxs mejor, y sobre todo, que no peleemos de regreso. Para cultivar un espíritu de lucha en nuestro tiempo, debemos seguir una brújula ética; al igual que desarrollar nuestro pensamiento estratégico y capacidad física.

Fortalézcanse. Vuélvanse capaces de fuerza. Aprendan el arte de atacar; cómo cualquier cosa puede convertirse en arma. Aprendan a subvertir las fuerzas del enemigo ­ cómo un sólo puñetazo viral puede frenar el ego de fascistas en todos lados, cómo incapacitar al enemigo colectivamente al cortar sus sistema de comunicación.¿Qué obstáculos yacen en el camino hacia una nueva forma de vida? ¿Cómo podemos superarlos en conjunto? ¿Que consideraciones estratégicas nos mantendrán a salvo del enemigo?

Una red de clubes de pelea conecta a cada gran ciudad. Miembros con experiencia enseñan llaves y golpes así como fitness y estiramiento. Cada club encuentra su espacio y desarrolla lazos con su comunidad, especialmente aquellxs que son desterradxs de este mundo. Una rama en el Norte se moviliza con camioneros para resistir la automatización. Juntos paralizan la carretera con la ayuda de una app de geolocalización, bloquean los camiones automaticos, los contenidos son saqueados. Lo que es útil es expropiado y el resto convertido en cenizas; el humo ciega a las patrullas ya perdidas entre barricadas improvisadas. El cargamento rinde un lote de mini drones, los cuales son activados en patrones de vuelo defensivo, controlados por una sola app reconfigurada. Los drones hackeados se infiltran a los drones policiales entrantes, esparciendo un virus que congela sus propulsores, haciéndoles caer al suelo de manera inofensiva. Actuando entre el caos, los camioneros guerrilleros y lxs del club de pelea toman la ofensiva y hacen su escape.

6 Expandan la red

No necesitamos otra organización que nos reúna a hablar de de problemas, sino maneras de implementar prácticas concretas para resolverlos. Necesitamos una red que amplifique el poder de cada proyecto, que expanda el territorio, que se rehuse a dejar el futuro al azar.

Encuéntrese a una escala expandida. Busquen a otrxs que también estén organizándose. Exploren intensidades nacientes, formas comunales y hagan contacto. Comuníquense, visiten y conózcanse. Intercambien historias y estrategias, de forma que la memoria e inteligencia de nuestra red crezca, construyendo mayor poder entre nosotros. Creen conexiones materiales, compartan o intercambien recursos. Multipliquen este gesto por mil.

En un territorio subversivo, biohackers experimentando con nuevas técnicas hacen innovaciones de purificación de agua, un grupo de familias indígenas resiste el encercamiento de tierras sagradas por parte de una compañía energética, un hub autónomo redefine su vecindario con varias granjas urbanas. Comunicación regular entre estos tres proyectos lidia con sus necesidades compartidas. Técnicas de trata de agua se esparcen entre ellos mientras la infraestructura autónoma de comida brinda abundancia. La red se convierte en arma cuando las familias indígenas llaman refuerzos para defender sus tierras. Usando comunicación encriptada para coordinar la logística, miles de personas llegan con recursos para ayudar en la lucha.

7 Contruyan Autonomía

Nos hemos hecho dependientes de quincenas y tiendas para nuestra existencia básica. Somos dependientes del sistema capitalista que nos fuerza a someternos o morir de hambre. Debemos enfrentar este hecho: la organización material de este mundo es el problema que debemos superar.

Profundicen el alcance de iniciativas de autonomía. Construyan la infraestructura necesaria para remover territorios de la economía. Resuelvan cuestiones de poder colectivo, material: cómo alimentarnos, proveernos de viviendas, sanarnos. Utilicen data y diseño sin caer en la trampa de que el internet nos salvará. Formen colectivos y cooperativas que logren fines estratégicas sin caer en una economía vacía. Desarrollen soluciones a escala a los problemas de energía, distribución, comunicación y logística.

Un hub local de distribución de comida abre una tienda de abarrotes en el otro lado de la ciudad. Bajo la necesidad de expandirse, la granja cercana que cultiva sus vegetales se integra a una red bioregional buscando compartir un mundo así como comida fresca. Un grupo de diseñadores e ingenieros que odian sus trabajos se juntan para crear una app que coordina una flexible cadena de abastecimiento entre las granjas y puntos de distribución. Estos esfuerzos llevan a un corredor autónomo de intercambio. El crecimiento de la fuerza de la red, y la completa indiferencia hacia las regulaciones, dejan impotentes a las autoridades, mientras que la comida y la gente circulan libremente con el espíritu de la rebelión.

8 Destituyan infraestructura

No queremos mejorar la vida solo para unos pocos selectos – esto es un éxodo masivo de este mundo. Eso significa lidiando con la infraestructura que subyace a esta civilización y readaptando las cosas conforme queramos. Algunos sistemas tendrán que ser desmantelados, como plantas nucleares y de petróleo, mientras que otros pueden ser abiertos a servir la autonomía.

Volteen el sistema. Vayan desde resolver problemas que la actual infraestructura no puede, a requisar las instituciones existentes y radicalmente cambiar su uso. Ocupen espacios moribundos – palacios de gobierno, escuelas, plazas – llénenlos de nueva vida. Anticipen e intensifiquen fracturas estratégicas. Redireccionen sistemas de comunicaciones. Expropien líneas de abastecimiento. Tomen el poder sin gobernar.

La proliferación de clínicas de salud autónomas comienza a influenciar el mundo de la medicina en todos los frentes. Enfermerxs, doctores y administradores trabajan juntxs para expropiar recursos de hospitales hacia estas clínicas. Cuando los hospitales de los veteranxs ya no cuentan con fondos federales, las clínicas autónomas se unen con pacientes y proveedores de servicios de salud para ocupar las oficinas médicas federales a lo largo del país. Represión brutal en una ocupación manda a docenas a un hospital federal cercano, pero cuando la policía intenta entrar a urgencias para arrestar a lxs veteranxs heridxs, se ven repelidos por lxs cirujanxs y enfermerxs. A Grupos autónomos se les unen fuerzas desbordándose de las ocupaciones y los hospitales, y recursos vitales son expropiados para la insurgencia en marcha.

9 Vuélvanse ingobernables

Revolución es una línea que trazamos en el presente.

Significa construir autonomía aquí y ahora, haciendo al gobierno y la economía superfluos. Romper la condición de ser gobernadxs significará más que ganar batalla tras batalla, derrotando enemigos políticos. Dependerá de nuestra habilidad de sentar una base duradera para una vida en común.

Esparzan secesión a todas las áreas de la vida. Hagan huelgas permanentes, lento pero seguro, y lleven a todxs con ustedes. Rehúsense a ser administrados, o a administrar a alguien en turno. Abran una brecha bajo el centro de la sociedad. Repudien una vida de cinismo y resentimiento. Crean que todo es posible.

Huelgas persisten, y el aburrido peso de la deuda se desintegra mientras el capital financiero colapsa bajo creciente hostilidad. Asambleas de vecindario deciden cómo actuar en el estado de emergencia, soldados rebeldes se rehúsan a disparar a sus propios vecindarios, y el “crimen” se ve relegado a las redadas en zonas gubernamentales. En las ciudades, cada dia es como una fiesta callejera. Comidas confiscadas en las calles llenas de gente anuncian un tiempo venidero más allá de estos restos de vida económica, cuando las tiendas estén hechas para un nuevo uso en común. De noche, fogatas iluminan la distancia y las estrellas aparecen en su sabiduría para protegernos. En los suburbios, Un walmart es ahora un hub de organización y bienes. Camioneros y emergencistas se reúnen para coordinar ayuda a un territorio inundado. En el oeste, tecnólogos preparan globos meteorológicos con transmisores para amplificar el internet autónomo. Labor liberado de la economía incrementa el rendimiento de granjas autónomas, y lxs niñxs aprenden de nuevo a ser leales a la tierra.

Ahora

No hay emergencia futura para la cual prepararnos.

Ya estamos aquí – con cada elemento distópico, cada medio de revolución. Las consecuencias horripilantes de nuestro tiempo y su hermoso potencial se desenvuelven por doquier. Estamos resistiendo el fin del mundo al proliferar nuevos mundos. Nos estamos volviendo ingobernables – desagradecidos de su ley sin piedad, su infraestructura quebradiza, su vil economía, y su cultura espiritualmente rota.

Violentamente reivindicamos la felicidad—que la vida reside en nuestro poder material, en nuestro rechazo a ser administrados, en nuestra habilidad de habitar la tierra, en nuestro cuidado mutuo, y en nuestros encuentros con todas las formas de vida que comparten estas verdades éticas.

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Nos dicen que esperemos mientras nuestras vidas
nos pasan de largo, apenas tocando la
superficie de lo que podríamos ser.

Nos dicen que seamos pacíficos mientras le declaran
guerra a la tierra, a nuestros cuerpos, a
la posibilidad de la felicidad.

Nos dicen que el heroísmo ha muerto, cuando
nada es más disputado
por nuestro siglo.

Por Clark

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